Cuerpo
- Causa Psi
- 23 nov 2016
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En términos Psicoanalíticos podríamos referirnos al concepto de cuerpo, como un concepto en construcción. Este cuerpo, como tal se va a construir secundariamente. Por lo tanto, es condición necesaria, diferenciar al cuerpo de lo que denominamos organismo biológico. Los seres humanos, tenemos el sentir y vivenciar del cuerpo como algo diferente a nosotros. Nos referimos a él, en términos de “Tengo un cuerpo” en vez de exclamar “Soy un cuerpo”. Para poder ubicar esta concepción del cuerpo, es necesario situarnos en la obra Freudiana, en lo que respecta al Narcisismo. Freud designa con este término a la fase de desarrollo constitutiva del sujeto, en donde la libido dispersa se reúne entre el cuerpo y el yo para poder unificarse estableciendo así una nueva acción psíquica. Se piensa al inconsciente, como productor de efectos sobre el cuerpo. Concepto que se anuda con la representación psíquica que establece el sujeto de su propio cuerpo y es en este punto donde se establece la materialidad del mismo.
Es fundamental pensar el concepto de cuerpo en sus tres dimensiones, podemos pensarlo en su dimensión imaginaria, primer momento constitutivo en donde el sujeto puede mantener su ilusión de un cuerpo unificado. También podemos pensar el concepto de cuerpo en su segunda dimensión, la simbólica, que remite a un cuerpo recortado en el decir, que pone de manifiesto el recorte de la palabra sobre el cuerpo “Me duele la cabeza de tanto sentir” y su tercera dimensión, la real del cuerpo, en donde un cuerpo puede ser un conjunto de órganos, sin organización entre sí, en donde la palabra no logra unir esta función simbólica, como sucede en el caso de la Esquizofrenia. Un real de un cuerpo abierto y separado sin enlace de palabras que lleven a la unidad.
Poder contener a otro, no es posible sin el cuerpo. Sostener la realidad de un otro es sostener con la palabra el cuerpo que duele y habla, que muestra los signos de aquello que aqueja en lo más profundo del sujeto. Aquello que al cuidar nos convoca a pensar en nuestra propia concepción del cuerpo. Trabajar con el, para ser borde de aquel que lo necesita. Siendo espacio y causa para una nueva producción.

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